TRABAJO Y BOHEMIA

            Grandes compañeros. Grandes amigos los tres. Vida tranquila. Trabajo, pinceles, colores, lienzos. No falta la bohemia. Algunos de sus cuadros recogerán el Madrid de la época sin distorsiones. Madrid pintoresco, pero real.                                                 
Los estudiantes viven del presupuesto familiar que no siempre alcanza hasta fin de mes. Es llegado entonces el momento de la imaginación. La necesidad hace milagros. Ingenio, diversión y pintura compartidos. Alberto y Jesualdo marchan a algún café ; el primero canta y éste, si alguien se lo pide, saca apuntes. Risas y bromas mientras se pasa el platillo. Jesualdo vende los apuntes y hasta otro día. Aunque precaria la economía, los bolsillos no están vacíos.

Todavía existía en 1982 la barbería en la que los paisanos se reunían frecuentemente.(7) Era propiedad del abuelo del Doctor D. Plácido González Duarte(8)  : “Mi abuelo materno era cirujano menor que se llamaba [...] prácticamente(9), dentista si se terciaba y si urgía sustituía al médico”.

D. Pedro Gil. Óleo 85 x 70

¡Felices ellos! Óleo 189 x 270

Allí les cortaban el pelo y muchas veces les daban la merienda. También tenían como punto de reunión la casa del Tío General donde acudía Isabel del Castillo y Belmar, natural de Alpera, su novia.
            Nos queda algún cuadro que recoge con realismo el ambiente de las tabernas del Madrid de principios de siglo. Algunas de estas tabernas existen todavía, cada vez menos, unas cien, según Luis Agromayor y asombra la similitud con la pintada por Jesualdo.

En un artículo publicado en la revista Jano por Luis Agromayor(10) se hace una relación de las que están abiertas al público en la capital de España. Una de las que guarda parecido - es de suponer que en más de un siglo las modificaciones habrán sido muchas - con la recogida en lienzo por Jesualdo Gallego es la de Antonio Sánchez, torero, pintor y tabernero :
“... Es una de las más antiguas , prestigiosas y convencidas de toda la villa y corte, cuyos orígenes se remontan más allá de los dos siglos. Situada en el número 3 de la calle Mesón de Paredes, no lejos de la plaza de Tirso de Molina ni de la cabecera del Rastro, es conocida todavía como la Taberna de Antonio Sánchez.
El clásico interior, con todos los aditamentos que mandan los cánones, modélico en su estilo, está adornado con multitud de cuadros, medallones con rostros de toreros - “Frascuelo”, “Lagartijo”, “Cara Ancha” - y con dos enormes cabezas de toros de floridos pitones. Sabemos que en 1870 era su propietario el famoso picador “Colita”, adquiriéndola más tarde, en 1884, Antonio Sánchez (padre), oriundo de Valdepeñas, a quien siguió años después su hijo y homónimo, que fue pintor y torero además de tabernero”.
            Una de las que recordaba la hija del pintor de Alpera, Remedios, es “Casa Carmencita” - reliquia de 1854 - en Libertad 16, esquina con San Marcos. Adquirida en 1923 por los hermanos Pepín y Carmencita López Gardoqui.
            Es de suponer que, si fue adquirida en 1923, el pintor la recordaría a su familia con este nombre por viajes efectuados a Madrid con posterioridad a esta fecha.



(7) - Entrevista publicada en la Voz de Albacete el 25 de julio de 1982. ”Los albacetenses de la diáspora”. Tita Martínez.
(8) - Cirujano ilustre. Nació en Carcelén en 1898.
(9) Pensamos que por error de imprenta se escribió “practicamente”, aunque en la entrevista, por el contexto, seguramente se dijo... “practicante”.
(10) - “Las tabernas antiguas de Madrid”, artículo de Luis Agromayor. Revista Jano (medicina y humanidades nº 555 ; febrero de 1983.