1905. Contrae matrimonio con Isabel del Castillo y Belmar. Madrid no ha desaparecido de su vida después de su boda. Cuando pueden pasan ambos largas temporadas en la capital de España. Jesualdo sigue pintando y siempre interesado por las orientaciones que pueda tomar el arte.
De la unión de Jesualdo e Isabel nacería en Alpera, Remedios, hija única, depositaria de los documentos originales que han servido de base para la confección de este trabajo biográfico.
Madrid y Alpera fueron las dos residencias habituales durante bastante tiempo. Al morir su madre, se afincará definitivamente en su pueblo natal. Allí se dedicará hasta el final de sus días a la administración de los bienes familiares y como siempre a la pintura.
CONCURRENCIA A EXPOSICIONES
Continuamente animado y esperanzado aporta sus obras a cuantas exposiciones puede. En la Exposición general de 1904 fue premiado con mención honorífica. A la de 1908 acudirá con un cuadro de género titulado “ ¡Felices ellos !”. Más tarde irá a la Nacional de 1910 con “Un cuento”.
DEL RECUERDO DE LOS MAESTROS
Jesualdo Gallego termina sus estudios, sigue pintando siempre. Va a Madrid, regresa a Alpera y toma aquí residencia definitiva, pero hay algo que no se olvida, que no quiere olvidar del tiempo pasado : sus amigos pintores, sus amigos maestros de los que aprendió su arte y al que imprimió su sello personal.
No poseemos demasiados documentos que atestigüen la continuidad de relaciones amistosas o profesionales con sus maestros o con otros artistas de la época, pero sí de los suficientes como para comprender la huella profunda que dejaron en él. Por otra parte el deseo de no aislarse cultural y artísticamente en un pueblo de La Mancha le llevaría a mantener una correspondencia esporádica, pero nunca interrumpida, con aquellos a quienes estimó verdaderamente.
Mercedes García Navajas. Óleo 81,5 x 61
Isabel del Castillo y Belmar. Óleo 56 x 50
De Cecilio Pla conservamos dos cartas que sirven de respuesta a otras tantas de Jesualdo. Una de ellas va sin fecha.
Señor Don Jesualdo Gallego
Mi querido y antiguo discípulo.
Al llegar a Madrid me encuentro con su carta cariñosa que le agradezco mucho.
Así también le agradezco su recuerdo y puede desde luego remitirme el águila de que me habla cuando quiera.
Nada me dice V. de pintura, supongo que algo pintará pues dada su afición y a la altura que ya se encuentra no es posible que desmaye.
Cuando me escriba cuenteme algo de sus trabajos y si puede y quiere remítame un apunte al lapiz.
La otra lleva fecha del mes de abril, día 30 de 1910.
Sr. Don Jesualdo Gallego
Mi querido discípulo.
Le agradezco mucho su cariñosa felicitación.
De todo hay, la pena grande por el fallecimiento del maestro y la satisfacción de ocupar su alto puesto.
¡Así es la vida !
La Exposición se celebrará el próximo otoño, y me satisface verle con bríos para la lucha ¡así se hace !
Perdone, pues me falta tiempo. Saludo a su familia y V. reciba un abrazo de un amigo que le quiere.
Cecilio Pla
Nos queda también un documento relativo a la amistad mantenida con el escultor Mariano Benlliure. Es una carta de éste a Jesualdo en la que le habla de caza, deporte por el que sintió verdadera pasión.
Amigo Anto ó Platón ó Jesualdo:
El Exmo Sr de Berruga se encuentra perfectamente, come muy bien [...] Esta tarde le he hecho el primer puesto ... el delirio [...]
Le ha entrado dos machos y una hembra [...] Creo que hará alguna que será sonada de Vds.
Mariano(*)
A cazar con él acudían frecuentemente a Alpera sus amigos de Madrid y Alicante, entre otros, el Dr. Ayala.
Un cuento. Óleo 135 x 189,5
